El colapso y desprendimiento de material cerámico del cuerpo superior de campanas de la torre puso de manifiesto la inestabilidad de los lienzos de fábrica cuya linterna llega a 50 metros de altura, comprometiendo la seguridad de las calles colindantes.
El color naranja intenso de las redes de protección se utilizaron para la necesidad de recaudar fondos; como reclamo visual e inicio de una campaña de comunicación sobre el preocupante estado de conservación de la torre y la iglesia.