El colapso y derrumbe de las edificaciones colindantes comprometieron la estabilidad de la torre. Visible en grietas de 10 centímetros de espesor y varios metros de longitud. Obra todavía en elaboración. A fecha de hoy se ha logrado contener el movimiento y se encuentra estabilizada desde el año 2018. Un presupuesto estimado en el año 2009 de 600.000 euros ha sido contenido a 1/3 de esa cantidad utilizando técnicas de restauración poco invasivas y de bajo coste. Se estima terminar la obra dentro del año 2022.